
Siendo
la música el arte de combinar el sonido y el silencio con el tiempo, necesita
para perpetuarse la representación gráfica, lo que ha dado lugar a la escritura
musical, la cual puede ser alfabética o diastemática:
- La escritura
musical alfabética se usó en la antigüedad y es la que emplea los signos
gráficos del idioma.
- La escritura
musical diastemática es la que emplea signos gráficos especiales para expresar
los sonidos y su duración.
La música se lee y se escribe con tanta
facilidad como se leen y se escriben las palabras que pronunciamos. Para leer
la música y comprender su lectura, es necesario conocer los signos por medio de
los cuales se escribe y las leyes que los rigen. El estudio de estos signos y
de estas leyes es el objetivo de la teoría musical.
El solfeo se conoce
como la capacidad de medir y entonar lo que expresa la
escritura musical.
Los
signos musicales básicos
La
música, para ser expresada en signos gráficos, necesita dos elementos
fundamentales: la altura de los sonidos y su duración. La altura se determina
en el pentagrama mismo pero su duración se encuentra en los signos musicales.
Genéricamente cada Figura dura la mitad que la anterior (o el doble que
la siguiente), siendo la Redonda la Figura de referencia:
En concreto:
• La redonda es la figura que más dura.
• La blanca dura la mitad de la redonda.
• La negra dura la mitad de la blanca
• La corchea dura la mitad de la negra.
• La semicorchea dura la mitad de la corchea.
• La fusa dura la mitad de la semicorchea, y
• La semifusa dura la mitad de la
fusa.

Las figuras musicales se componen de:
- Cabeza
- Plica
- Corchete

Los silencios son signos que, teniendo duración, no tienen sonido. Son
signos que representan ausencia de sonido con duración de tiempo. Por cada
figura de nota existe una figura de silencio y su duración es exactamente la
misma, pero sin sonido. No tienen nombre propio, sino que corresponden a la figura
de sonido.
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